El paseo fue bastante animado, aunque nos conocíamos desde hacía poco, la complicidad era mucha, bromas, alguna parada a tiendas fuera del recorrido para ver objetos curiosos de regalo, ofertas dos por uno de unas camisetas de la marca cucurrucu...¿cómo era Blanca?
Ya iniciada la marcha nos encontramos con unas madrileñas vestidas de chulapa y como era de esperar no nos resistimos a la tentación de fotografiarnos con ellas, aunque a alguna hubo que cazarla a lazo porque se nos escapaba.
¿Qiénes eran las chulapas? |
Después de una breve explicación sobre las murallas de Madrid y la situación de sus puertas, Nerea, Blanca, Elena Miguel Ángel e Isidro posaron con la Almudena al fondo.
Mira que majos, aún no sabían la cuesta que tenían que subir. |
Nos aproximamos al viaducto, los relatos sobre los suicidas no pudieron faltar, aunque quedaron eclipsados ante el imponente escudo de la Villa situado en el espacio de lo que fue la Casa del Pastor.
El grupo con el escudo al fondo, paso previo a la subida hasta la calle de Bailen. |
En lo alto del viaducto al grupo se le añadió Jonás, que venía de su curso de portugués. Hicimos una parada en las Vistillas para recuperar el aliento, yo al menos lo necesitaba.
Caminamos hacia la plaza de la Paja por la calle de los mancebos, la historia de los niños degollados por matar accidentalmente al rey Enrique I de Castilla, no dejó muy buen sabor de boca, pero eso fue lo que sucedió.
Tuvimos la gran suerte de encontrar abiertos los jardines del Palacio del Príncipe de Anglona, y allí que fuimos y nos hicimos esta foto, con Jonás ya en el grupo.
Beautiful, came in |
Puerta cerrada, el sitio donde "salieron chispas", la iglesia de san Miguel, con otros dos niños mártires, calle del codo y plaza de la Villa, completaron la visita al Madrid de los Austrias con el sol apuntándonos desde lo alto, de modo que para recuperar fuerza Miguel Ángel nos llevó tomar unos botellines a la Plaza de Jacinto Benavente.
La prueba del delito |
Y a continuación el culpable:
¿Cuántos cubos uno o dos? |
Muchas gracias Jorge por esta gran visita que ha conseguido que un madrileño consiga ver su ciudad con otros ojos, y además descubra un sin fín de anécdotas e historias que atesoras de la ciudad y consigues transmitir de manera fidedigna, amena y divertida. Muchas gracias de nuevo por todo y espero repetir pronto.
ResponderEliminarUn saludo.
Miguel Ángel.