lunes, 25 de marzo de 2013

Póngame una de ostras y champan...del bueno


El rótulo anunciador
José I Bonaparte, reinó en España durante cinco años, durante los cuales se dedicó a tirar iglesias que al parecer le molestaban para hacer plazas. La Iglesia de San Miguel de los Octoes sucumbió a la piqueta napoleónica, dejando solo su santo nombre.
La Plaza de San Miguel se convirtió en mercado al aire libre, mejor así porque sobre todo vendían pescado.
El mercado se cerró dándole su aspecto más o menos actual entre 1913 y 1916 según el proyecto del arquitecto Alfonso Dubé y Díez.
Después de la última remodelación el mercado abrió con todo su esplendor en mayo del 2009, dos días antes de San Isidro.

Último ejemplo de la llamada Arquitectura de Hierrro
Pasen y vean, gente comiendo, bebiendo o simplemente mirando, una oferta gastronómica variada y exclusiva. Buen provecho.


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